Estratosféricos recibos de luz llegan a muchos comercios establecidos de diferentes giros, así como a casas habitación, sin que sus propietarios sepan a ciencia cierta a qué obedecen los escandalosos incrementos, que en ocasiones superan el cien por ciento de los cobros en comparación con bimestres anteriores.
Para colmo, la Comisión Federal de Electricidad se niega muchas veces a realizar convenios con quienes carecen de recursos suficientes como para pagar los costos en una sola emisión, argumentando las personas que atienden a los usuarios que no son tiendas que reciben abonos chiquitos.
Tiendas de abarrotes, ciber cafés, herrerías, talleres mecánicos… prácticamente ningún negocio se salva de los “atracos en despoblado” de la paraestatal, hasta el punto de que algunos comerciantes aseguran que casi prefieren ser robados por los delincuentes, porque de esta manera existen algunas probabilidades de que las autoridades capturen a los asaltantes y puedan recuperar al menos parte de lo sustraído.
Para colmo, la Comisión Federal de Electricidad se niega muchas veces a realizar convenios con quienes carecen de recursos suficientes como para pagar los costos en una sola emisión, argumentando las personas que atienden a los usuarios que no son tiendas que reciben abonos chiquitos.
Tiendas de abarrotes, ciber cafés, herrerías, talleres mecánicos… prácticamente ningún negocio se salva de los “atracos en despoblado” de la paraestatal, hasta el punto de que algunos comerciantes aseguran que casi prefieren ser robados por los delincuentes, porque de esta manera existen algunas probabilidades de que las autoridades capturen a los asaltantes y puedan recuperar al menos parte de lo sustraído.