Hay que reconocer que Martín Esparza ha tenido un notable éxito en su conflicto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al lograr el compromiso de que a los trabajadores del SME que no han sido liquidados se les reincorpore a sus antiguas tareas.
La verdad es que los extrañamos, porque el servicio en energía eléctrica está dejando qué desear de manera notable en nuestra capital. Los apagones, por un lado, y por el otro la expedición de recibos de consumo por cantidades escandalosas, nos provocan una animadversión en contra de la CFE y, por supuesto, contra los responsables (¿irresponsables?) de su manejo, que le están provocando a la comisión una mala fama bien merecida.
De paso ha sido notable que la STPS haya expedido la toma de nota al comité ejecutivo que encabeza Martín Esparza, quien ha dado una batalla continua digna de elogio. Pero, de paso, se advierte de qué manera esa simple gestión administrativa, por supuesto que obligatoria para la secretaría, debió haberse realizado antes, porque no existían razones para negarla. Salvo, claro está, la actitud de combate en contra de los trabajadores que mantiene la secretaría-empresa política que encabeza el señor Lozano.