Dinero y poder: el panismo se pudrió
Ernesto Cordero.
Foto: Germán Canseco.
Foto: Germán Canseco.
Con la innegable presencia de Felipe Calderón a través de sus incondicionales en la fracción parlamentaria del PAN en el Senado, este partido se ve inmerso en una pugna por el dinero que le corresponde como grupo legislativo y por el poder que le puede significar la cercanía a los proyectos del actual presidente de la República, que es miembro… del PRI.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- A mediados de abril, Ernesto Cordero, aún coordinador de la bancada del PAN en el Senado y presidente de la Mesa Directiva, se reunió en privado con Luis Videgaray, secretario de Hacienda del gobierno federal y contemporáneo suyo en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
El propósito de Cordero era pedir al gobierno de Enrique Peña Nieto a través de Videgaray que definiera a quiénes quería como interlocutores en el Pacto Por México: al grupo de Gustavo Madero–a quien le quedaban “sólo unos cuantos meses” como presidente del PAN– o a los senadores que él encabeza en el Senado, a quienes, dijo, “nos quedan cinco años” en ese cuerpo colegiado.
Desde entonces quedó claro que la disputa entre corderistas y maderistas en el Senado, donde el PAN tiene 38 curules, no era por el contenido y el método de las reformas aprobadas en el Pacto por México, sino por la interlocución política con el gobierno priista.
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