La segunda subasta de largo plazo, derivada de la reforma eléctrica en México, inició en abril de este año y ha entrado en su etapa final. Ya se han completado los pasos para registrar y validar las ofertas de compra y venta; a partir de hoy, los licitantes presentarán sus precios de oferta de venta y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), organismo responsable de llevar a cabo la subasta, determinará las ofertas ganadoras.
En julio de este año, el Suministrador de Servicios Básicos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) presentó su oferta de compra para esta subasta, de forma que podrá adquirir anualmente, en los mejores precios y condiciones, hasta 1,483 MW de Potencia, 10.6 millones de MWh de energía eléctrica y 10.6 millones de certificados de energía limpia (CEL). Al igual que en la primera subasta, las autoridades esperan asignar una parte importante de las cantidades máximas de la oferta de compra.
La oferta de compra de la segunda subasta presenta dos cambios importantes respecto a la primera subasta, concluida en marzo de este año. Por una parte, la CFE ofreció comprar Potencia –es decir, la capacidad firme de generación– a precios competitivos, lo que permitirá considerar el valor adicional de las tecnologías de energías limpias firmes, como la hidroeléctrica y la geotérmica, y posibilitará que éstas compitan en mejores condiciones con las tecnologías solar y eólica. Por otra parte, la cantidad de la oferta de compra de energía limpia aumentó en 65% con respecto a la primera subasta.
A partir de agosto de este año, los licitantes presentaron para precalificación los componentes técnicos de sus ofertas de venta (ofertas técnicas). En esta etapa el Cenace procesó 579 ofertas técnicas, provenientes de 84 empresas, para verificar que cada licitante contara con las capacidades técnica, financiera y legal para llevar a cabo los proyectos de generación que propusieron.