Tras años en las sombras, este sindicato regresa con fuerza como uno de los principales apoyos para López Obrador
Una tarde de febrero en que desde el piso nueve del edificio del SME se aprecia un cielo abierto con sol radiante, aparece el líder sindical Martín Esparza con un traje oscuro, luego, revelará que el inmueble en el que estamos iba a embargarse, pero fue rescatado, como otros bienes, gracias a la resistencia del sindicato a un intento de exterminio, así como a la sociedad que lograron con una transnacional con la que ahora son los segundos generadores de energía eléctrica después de la CFE.
“En 2017 los dividendos para los trabajadores electricistas fue de 225 millones de pesos, los cuales se llevaron a una asamblea y se decidió crear un fondo de previsión social con 160 millones de pesos, se invirtió para el desarrollo de una empresa propia de suministro básico del centro y se liquidaron deudas de agua potable y prediales de inmuebles, porque dejamos de pagar nueve años”, dice Esparza, tras ver la luz de nuevo.
Para eso hemos venido a entrevistarlo, para que nos cuente cómo pudo llegar hasta aquí, después de que una noche de octubre de 2009 el entonces presidente Calderón disfrazó a militares de federales para tomar el control de las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro, a la que poco más adelante desapareció dejando a 40 mil electricistas sin empleo porque supuestamente su operación ya no era conveniente ni redituable para la economía del país.
Para eso hemos venido a entrevistarlo, para que nos cuente cómo pudo llegar hasta aquí, después de que una noche de octubre de 2009 el entonces presidente Calderón disfrazó a militares de federales para tomar el control de las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro, a la que poco más adelante desapareció dejando a 40 mil electricistas sin empleo porque supuestamente su operación ya no era conveniente ni redituable para la economía del país.