Lunes 20 de Diciembre de 2010
Morelia, Michoacán.- Desde indignante hasta una burla, fueron los calificativos que utilizaron líderes sindicales y sociales para referirse al aumento en el salario mínimo de 4.1 por ciento, que en Michoacán se traduce en 1.20 pesos. “Para comprar otro bolillo”, ironizó Fernando Amezcua, secretario del Interior del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Amezcua, quien participó en el Foro por la Paz y la Seguridad con Justicia en Michoacán, inició su intervención señalando la falta de condiciones que existen en este país para que los trabajadores vivan de manera digna, lo que queda más que demostrado en el aumento del salario mínimo que apenas rebasó un peso para la zona C, en donde se encuentra esta entidad.
“Bueno, creo que ya estarán muy contentos aquí en Michoacán, porque con el gran aumento al salario mínimo van a poder comprar otro bolillo, no creo que les alcance para otra cosa”, ironizó; pero fuera de las tiendas de autoservicio en donde el bolillo cuesta justamente 1.20 pesos, en ningún otro establecimiento se podría comprar otro bolillo.
Jorge Cázares, secretario general de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el estado, calificó a este aumento de indignante y advirtió que el polémico aumento, “lo único que va a hacer es agudizar la situación de crisis económica que golpea principalmente a los bolsillos de los trabajadores y sus familias”.
Amezcua, quien participó en el Foro por la Paz y la Seguridad con Justicia en Michoacán, inició su intervención señalando la falta de condiciones que existen en este país para que los trabajadores vivan de manera digna, lo que queda más que demostrado en el aumento del salario mínimo que apenas rebasó un peso para la zona C, en donde se encuentra esta entidad.
“Bueno, creo que ya estarán muy contentos aquí en Michoacán, porque con el gran aumento al salario mínimo van a poder comprar otro bolillo, no creo que les alcance para otra cosa”, ironizó; pero fuera de las tiendas de autoservicio en donde el bolillo cuesta justamente 1.20 pesos, en ningún otro establecimiento se podría comprar otro bolillo.
Jorge Cázares, secretario general de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el estado, calificó a este aumento de indignante y advirtió que el polémico aumento, “lo único que va a hacer es agudizar la situación de crisis económica que golpea principalmente a los bolsillos de los trabajadores y sus familias”.