Periódico La Jornada
Domingo 7 de agosto de 2011, p. 20
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) expuso que las nuevas acusaciones en contra de Martín Esparza Flores, líder del gremio, y de otros dos integrantes y colaboradores del sindicato obedecen a que “el gobierno federal busca criminalizar” el movimiento y entorpecer el otorgamiento de la toma de nota de la dirigencia 2011-2013.
A fines de julio, el SME dio a conocer la existencia de nuevos procesos por el delito de “fraude genérico en grado de tentativa” en contra de su dirigente; de Eduardo Bobadilla Zarza, secretario del trabajo del SME, y de Amalia Vargas Ríos, apoderada legal del gremio, y señaló que estas órdenes de aprehensión, contra las cuales se ampararon, no tienen base.
De acuerdo al gremio, éstas responden al “linchamiento” que se hace en contra de la organización y a un intento por “descabezar el movimiento”. Añadió que “el gobierno federal no hace otra cosa que anunciar el escalamiento de una salida represiva al conflicto, que apunta al violento desalojo de nuestro campamento en el Zócalo” capitalino.
Domingo 7 de agosto de 2011, p. 20
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) expuso que las nuevas acusaciones en contra de Martín Esparza Flores, líder del gremio, y de otros dos integrantes y colaboradores del sindicato obedecen a que “el gobierno federal busca criminalizar” el movimiento y entorpecer el otorgamiento de la toma de nota de la dirigencia 2011-2013.
A fines de julio, el SME dio a conocer la existencia de nuevos procesos por el delito de “fraude genérico en grado de tentativa” en contra de su dirigente; de Eduardo Bobadilla Zarza, secretario del trabajo del SME, y de Amalia Vargas Ríos, apoderada legal del gremio, y señaló que estas órdenes de aprehensión, contra las cuales se ampararon, no tienen base.
De acuerdo al gremio, éstas responden al “linchamiento” que se hace en contra de la organización y a un intento por “descabezar el movimiento”. Añadió que “el gobierno federal no hace otra cosa que anunciar el escalamiento de una salida represiva al conflicto, que apunta al violento desalojo de nuestro campamento en el Zócalo” capitalino.