El dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, calificó la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de negar el amparo a 16 mil 599 electricistas para que sean contratados por la CFE, como un “mal augurio” para los trabajadores.
En un comunicado, el dirigente autoexiliado en Canadá consideró que la decisión de los ministros para rechazar que la CFE funja como “patrón sustituto” del SME, luego de tres años de la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), “significa que en nuestro país se pueden violar las garantías laborales y humanas cuando un sindicato, con base en la ley, se opone a decisiones políticas que lo perjudican y suponen graves repercusiones no sólo en contra de sus afiliados sino en contra del estado de derecho que debe amparar las relaciones contractuales de todos los trabajadores”.
Además, comentó que la actitud de los ministros revela que el derecho mexicano es muy precario. Ni siquiera la Suprema Corte es capaz de garantizar la vigencia y el equilibro en la aplicación del estado de derecho, por argumentaciones técnicas que no tienen nada que ver con la justicia y la legalidad.
“Significa que en nuestro país una decisión caprichosa de un gobernante negligente como fue Felipe Calderón y su nefasto secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, se les puede permitir que más de 44 mil trabajadores perdieran su empleo y que este hecho, en vez de ser castigado, sea avalado por el máximo tribunal de justicia”, deploró.
La actitud de la Corte, abundó, representa la impunidad de los actos de los gobiernos panistas, avalada ahora por los priístas, y sienta un triste panorama para los pilotos, sobrecargos, trabajadores de tierra, maestros, campesinos y los mineros.
También recordó que no se ha hecho justicia con los familiares de los 65 mineros cuyos restos siguen atrapados en la mina 8 de Pasta de Conchos, Coahuila, desde el 19 de febrero de 2006, sin que se castigue a Grupo México por homicidio industrial, pues en el filón se carecía de las mínimas condiciones de seguridad para extraer el carbón.
Fuente: Proceso | ROSALÍA VERGARA