Credito:
Luis Carriles / El Economista
Víctor Fuentes, secretario general del SUTERM.
Foto EE: G. Marquina
La reorganización que se llevará a cabo dentro de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) incluye la desaparición de diversas áreas administrativas y un replanteamiento de sus órganos directivos, como consecuencia de las leyes secundarias de la reforma energética, que cambiará el carácter legal de la paraestatal a empresa productiva del Estado.
Actualmente, los compañeros del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana tienen tres votos de los nueve posibles en la Junta de Gobierno de la CFE, pero con la transformación en empresas productivas del Estado esa figura cambiará, para convertirse en Consejo de Administración.
Además se tiene previsto mantener la plantilla laboral y la creación de un órgano interno que maneje el despacho de energía de las centrales de la CFE y opere de común acuerdo con las privadas.
Otro de los cambios que se tienen planteados con el SUTERM es su relación con los productores independientes de energía, que tienen contratos de largo plazo, ya que si bien en este momento tienen esa capacidad monopólica, ésta no se extiende para atender a las nuevas empresas y centrales de energía que llegarían con la reforma.