El dirigente del SME, Martín
Esparza, dijo que el líder minero obtuvo la nacionalidad canadiense porque que
el gobierno de ese país no le encontró delitos.
30
abril 2014 | Norma Ponce | Milenio
La orden de captura contra el
líder minero Napoleón Gómez Urrutia por el desvió de 55 millones de dólares para
fines personales es una persecución política, señaló el dirigente del Sindicato
Mexicano de Electricistas (SME) Martín Esparza.
"La INTERPOL ha dicho que no
va haber ninguna orden de extradición. Es una acusación y persecución política
como en la que en su momento hicieron con nosotros los panistas",
dijo.Indicó que Gómez Urrutia adquirió la nacionalidad canadiense, luego de que el gobierno extranjero solicitó todos los expedientes sin encontrarle algún delito.
"Cuando estaba el proceso de
darle su radicación, el gobierno de Canadá pidió todos los expedientes en contra
de Napoleón Gómez Urrutia, ¿y saben que mandó el gobierno mexicano? Puros
recortes de los periódicos de las declaraciones que había de Javier Lozano y
con eso han actuado los jueces", comentó.
Aseguró que el objetivo del
gobierno mexicano es acabar con los sindicatos democráticos e independientes,
que con sus reformas se ha opuesto a entregar prestaciones y contratos
colectivos de trabajo.
A juicio del
dirigente del SME, la política laboral del gobierno federal no va a cambiar y
sólo continuará fortaleciendo las centrales corporativas.