En México el petróleo es un recurso que ha sido indispensable para la financiación de las instituciones y es por ello que la Reforma Energética promovida por el presidente Enrique Peña Nieto ha encontrado oposición en diversas esferas de la sociedad. De las críticas vertidas, llama la atención que fue la del cineasta Alfonso Cuarón la única merecedora de atención por parte del mandatario -tal vez porque ambos provienen del espectáculo y entretenimiento-. Pero lo que llama más la atención son las afirmaciones tan descabelladas de la respuesta oficial.
Porque las proyecciones emitidas por el gobierno de Peña Nieto son absurdas y altamente improbables; afortunadamente esto es fácilmente demostrable con un simple análisis matemático.
En el documento que se responde a los diez cuestionamientos hechos por Cuarón destacan la vaguedad y ambigüedad del cronograma para la obtención de beneficios concretos como también -y más preocupante- la falsedad en cuantía sobre las proyecciones realizadas por los supuestos especialistas en Energía y Economía del gobierno mexicano.
Como se demostrará a continuación, es falso que en 2018 la Reforma Energética vaya a generar por sí misma un incremento adicional del 1% del PIB y 500 mil empleos como lo es que para 2025 sea de un 2% adicional y 2.5 millones de empleos adicionales más.