Elizabeth Albarrán / El Economista
El hecho de que los trabajadores de nuevo ingreso de Petróleos Mexicanos
(Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) entren bajo un esquema de
cuentas individuales será un alivio para los ingresos de las paraestatales, pues
ahora tanto trabajadores como patrones y Estado se harán cargo de financiar las
pensiones de sus empleados, coincidieron expertos.
“En la medida en que los trabajadores de estas paraestatales participen en el Sistema de Ahorro para el Retiro les va a dar movilidad laboral. El hecho de que un trabajador de Pemex pueda cambiarse a otra empresa sin perder su antigüedad le da al trabajador una oportunidad que ahora no tiene y dejará de ser rehén de la empresa”, dijo Carlos Noriega, presidente de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore).
El Congreso aprobó que el Estado se haga cargo de los pasivos laborales de ambas paraestatales con la condición de que los trabajadores de nuevo ingreso entren bajo un esquema de cuentas individuales.
“Es un paso hacia un sistema nacional de pensiones que le da movilidad al mercado laboral y que le da más beneficios y competencia al sistema”, expresó Carlos Noriega.
Sin embargo, Luis Miguel Labardini, socio en la consultora Marcos y Asociados, especializada en la industria energética, comentó que para llevar a cabo la transición de beneficios definidos a beneficios contributivos debe existir una modificación en los contratos colectivos y hacer un acuerdo con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
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