Este día el presidente Peña Nieto publicó en el Diario
Oficial el texto de las leyes reglamentarias que acompañan a la reforma
constitucional en materia energética. En los próximos días nos continuarán
asestando una campaña de propaganda apabullante para persuadirnos de sus
ventajas. Conviene que tengamos en mente los 7 mitos:
1. Bajará el precio de la gasolina.
Falso. Su precio lo determina el mercado internacional. Pemex importa la mitad del consumo nacional.
2. Bajará el precio del gas.
Mentira. También lo determina el mercado internacional. Pemex está tendiendo una red de gasoductos para importar más gas.
3. Bajará el precio de la electricidad.
Sólo si pones tu propia planta generadora, como Cemex, Condumex, Walmart, Bimbo, Cervecería Cuauhtémoc. Si eres consumidor doméstico, incluso podrías pagar más.
4. Se crearán más empleos.
Es un espejismo. La mitad de las empresas extranjeras ya están aquí y no ha aumentado el número de empleos.
5. Aumentará el ingreso de los mexicanos.
Fantasía. El Banco de México dice incluso que subir el salario mínimo sería inflacionario.
6. La consulta popular revertirá la reforma constitucional.
Es un espejismo. Aun si la Suprema Corte de Justicia aprobara las preguntas que se harían en la consulta –una es del PRD y la otra de Morena–, el encargado de contar los votos sería el INE. Y ya saben lo que eso significa. La consulta para que fuera democrática y auténtica tendrían que hacerla los mismos ciudadanos.
7. La corrupción será abatida.
Otra falsedad. Romero Deschamps seguirá al frente del sindicato petrolero y el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, dice que no se desprenderá de sus negocios de gasolina,
y háganle como quieran.
¿Eso significa que la nación ya perdió para siempre el dominio sobre sus recursos energéticos? No. Eso nos quieren hacer pensar para desanimarnos.
En México el artículo 39 de la Constitución dispone que
la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Para operar esa soberanía, el artículo 41 determina que el pueblo la ejerce
por medio de los poderes de la Unión. Lo que ha sucedido es que esos poderes han violentado la soberanía del pueblo con leyes que no le consultaron. En esto no hay siempres ni jamases.