En los 12 días transcurridos desde la masacre de normalistas de Ayotzinapa y ciudadanos en Iguala, Guerrero, cometida por policías municipales y presuntos integrantes de la delincuencia organizada, se ha producido una oleada de reacciones y pronunciamientos de organismos humanitarios y autoridades diversas que permiten ponderar la proyección de esos hechos en los planos nacional e internacional.
Las autoridades federales deben lanzar una total y minuciosa investigación sobre la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, señaló Amnistía Internacional el pasado lunes, y calificó los hechos deun horrible crimen que ha sacudido al mundo. A ese pronunciamiento se sumó ayer el realizado por 53 organizaciones ciudadanas aglutinadas en una plataforma de apoyo a las familias de las víctimas, que indicaron que no aceptarán ninguna presunción sobre la identidad de los restos encontrados en las fosas citadas hasta no contar con el dictamen pericial independiente, que, a petición de los propios deudos, realizará el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Estos señalamientos se suman a los que formularon en el ámbito internacional. La portavoz del Departamento de Estado, JenPsaki, dijo ayer que los hechos del 26 y 27 de septiembre en Iguala son crímenes que demandan una investigación completa y transparente; el secretario general de la Organización de Estado Americanos, José Miguel Inzulza, demandó el esclarecimiento de este crimen tan inhumano como absurdo, y apuntó que el episodio enluta no sólo a los mexicanos sino a todos los países de las Américas; un día antes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dijo que en este tipo de casos se juega el prestigio del Estado mexicano en protección de derechos humanos.