Recientemente en un debate radiofónico con John M. Ackerman, Javier Lozano ex secretario del trabajo, presumió el “éxito” del gobierno de Felipe Calderón en la extinción de Luz y Fuerza del Centro. Lo hizo para demeritar la estrategia de combate al huachicoleo instrumentada por el gobierno de AMLO.
Lozano exhibió su patología de mentiroso convulsivo. Según él la extinción de Luz y Fuerza fue todo un éxito porque se hizo con “planeación, estrategia, equipo, seguimiento y apego a derecho”. No se fue la luz y los trabajadores fueron indemnizados generosamente. Eso dijo.
Lo cual resulta totalmente falso.
Lozano aseguró que la extinción de LyFC obedeció al propósito de acabar con un organismo público descentralizado -dicho por él- “corrupto e ineficiente”. Esa fue la principal mentira que Lozano y los medios monopólicos de comunicación repitieron miles de veces para justificar el ilegal despido masivo de 44 mil trabajadores.
En realidad, el golpe persiguió abrirle el camino a la reforma laboral de Calderón y la reforma energética de Peña Nieto, pasando por la concesión privada de los 1300 kilómetros de la red de fibra óptica de LyFC; negocio que conocen bien los ex funcionarios de la Secretaría de Energía de los gobiernos neoliberales del PAN y del PRI.
Para hacer avanzar sus planes era necesario acabar con la existencia del SME. Sin embargo, nunca pudieron, al final 16 599 trabajadoras y trabajadores impidieron la disolución forzada de nuestra organización.
En su mentira histriónica, Lozano pretende omitir la ilegalidad del decreto de extinción y el uso faccioso de las fuerza armadas para tomar violentamente las instalaciones de Luz y Fuerza; la campaña mediática de linchamiento político y social vs los electricistas, la confabulación de los poderes del estado en contra del SME y la cruenta represión que el gobierno de Calderón desató en contra de los electricistas del SME, quienes de la noche a la mañana, fueron despedidos masivamente por los neoliberales.
Ahora, después de la devastadora derrota de sus partidos PRI-PAN, Lozano se escuda en decir que todo fue legal porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación indebidamente legitimó el decreto de extinción y actuó, durante todos estos años de resistencia, en contra de los derechos humanos y laborales de los trabajadores en lucha.
No hay que olvidar que Javier Lozano organizó a la disidencia del SME desde el 2008 cuando patrocinó una planilla electoral para contender por la Secretaria General en contra del C. Martín Esparza. Curioso es ver cómo algunos ex dirigentes que apoyaron al lozanista Alejandro Muñoz ahora se rasgan la vestiduras por los trabajadores, después de que en aquel octubre del 2009 los llamaron a liquidarse con el argumento de que “contra el gobierno de Calderón ya nada se podía hacer". Rosendo Flores no podrá negar que tanto apoyo a Alejandro Muñoz como llamo a los trabajadores, que un día representó, a abandonar la lucha.
Lozano tiene cuentas pendientes con los trabajadores del SME. No olvidamos. Su actuación política representó a la ultraderecha más antiobrera de México. Abrir los expedientes de la extinción de LYFC es necesario más no es suficiente si su patrón Calderón y el mismo Lozano no van a parar a la cárcel.
"Por el derecho y la justicia del trabajador"
C. José Humberto Montes de Oca Luna
Secretario del Exterior.
