En franca violación a la Norma Ambiental para el Distrito Federal NADF-001-RNAT-2006 en donde se indica que la practica del desmoche está prohibida y se indica que los cortes al follaje nunca deberán superar el 25 por ciento, empleados de la paraestatal trabajan con total desapego de la norma en detrimento de las plantas.
Calles de la colonia Actipan y Acacias, incluso de Coyoacán y Xochimilco, son la muestra del trabajo indiscriminado y poco cuidadoso de los elementos de la CFE que cortan los árboles sin seguir la norma al respecto al no ser supervisados por la Secretaría del Medio Ambiente capitalina y las autoridades de la delegación, quienes –de acuerdo con el reglamento– son los encargados de atender esta situación.
Además, por si fuera poco “en México no existe la cultura del árbol, la gente no sabe si una poda la están haciendo mal. Si llegan y desmochan y el árbol rebrota, la gente cree que eso está muy bien y ¡no es cierto!, ese rebrote es una respuesta de sobrevivencia, es una respuesta de estrés, no significa vitalidad”, explica Diana Marchal Valencia, arborista certificada por la International Society of Arboriculture (ISA)
La especialista considera que la falta de información de los beneficios que un árbol otorga a la actividad humana en las ciudades, como barreras naturales para atrapar polvo, generación de oxígeno y hasta reducción del ruido, entre otras, ocasiona que la población culpe a estos organismos de fallas en los sistemas eléctricos y hasta de generar inseguridad, por lo que muchas veces son tolerados el desmoche o el derribo.
“Luego los vecinos salen muy encantados de la vida, ‘hay que bueno que están podando porque ayer estuvo tronando el transformador’ y entonces los de la CFE son los héroes de la película y aunque uno le explica a la gente: ‘oiga no, el árbol se puede morir, pues si a uno se le quita más del 25 por ciento del follaje puede morirse’, no entienden”, lamenta Marchal Valencia.