Durante su visita ayer por Puebla, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, culpó al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) de tener tomadas las instalaciones de generación de energía eléctrica de Luz y Fuerza del Centro, por lo que el desarrollo económico de la región de Nuevo Necaxa se ha visto frenado por dicho conflicto.
Al respecto habrá que decir que las declaraciones del funcionario resultan inadmisibles, pues el desarrollo de esta zona de la Sierra Norte no se rompió por culpa del SME, sino que es consecuencia directa un decreto del actual gobierno federal y que propició la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, dejando sin trabajo a miles de personas. También cabe recordar que hasta ahora no se alcanza a percibir el beneficio para el país de esa decisión, con la que habría ahorros por 40 mil millones de pesos.
Tampoco es admisible que se señale que detrás de los ex electricistas hay intereses políticos, cuando éstos sólo acuden a la legítima defensa de su fuente de trabajo, y menos que se les culpe de la quiebra de Luz y Fuerza del Centro, pues ésta tuvo su origen en la mala administración del gobierno federal.
Hasta ahora ha quedado demostrado que los electricistas de Nuevo Necaxa creyeron y defendieron un proyecto que era parte de una empresa pública, por lo que no hay elementos para verlos como una fuerza nociva. Lo que sí es condenable es la persecución que emprendió el gobierno federal tras la desaparición de la paraestatal, tratando a los miembros del SME como auténticos criminales y cerrando toda posibilidad de tomar en cuenta a los electricistas para crear alternativas de solución a los problemas que enfrentaba Luz y Fuerza del Centro.
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