Calderón, sinónimo de fraude
Felipe Calderón, titular del Ejecutivo, en su penúltimo día en Los Pinos. Foto: Miguel Dimayuga |
MÉXICO, D.F. (apro).- La falsa muerte de Nazario El Chayo Moreno, líder de Los Caballeros Templarios, exhibe una vez más la esencia fraudulenta de Felipe Calderón que cruza todo su sexenio: Desde su asalto a la Presidencia de la República hasta la traición a Josefina Vázquez Mota.
Igual que Vicente Fox, Calderón fue una monumental estafa a los mexicanos que creyeron que habría en México un cambio para bien pero, además de ser intrínsecamente inepto, se colocó del lado de la corrupción.
No hay modo de que Calderón escape al juicio popular y de la historia. En el PAN mismo, el partido que presidió, su figura genera más repulsión que respeto y su grupo, ya residual, va de derrota en derrota.
Uno tras otro, los episodios de engaño desnudan a Calderón, quien asumió el gobierno por contubernios que lo mantuvieron prisionero de los cacicazgos sindicales, patronales, oligárquicos y hasta criminales.
Leer nota completa
Leer nota completa
Su oferta de ser el “presidente del empleo” quedó en una tasa de desocupación de 5 puntos, 1.4 más que los 3.6 que había cuando llegó al gobierno: De un millón 600 desempleados en 2006, pasó a 2 millones 468 mil, casi un millón más.