Miércoles 7 de julio de 2010, p. 13
Con voz casi inaudible y sin poder sostenerse, el ingeniero Cayetano Cabrera Esteva, quien lleva 73 días en huelga de hambre, defendió su derecho a permanecer en ayuno a pesar de que los médicos del campamento del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) le advirtieron que su salud entró en estado crítico.
“Su vida –le insistieron– está en peligro”. “Me quedo hasta las últimas consecuencias”, les respondió.
Cabrera Esteva y otros 22 integrantes del SME que siguen en ayuno suscribieron una carta en la sostienen que no levantarán la huelga de hambre y permanecerán en esta lucha.
En el documento que dieron a conocer ayer por la mañana, señalan que su gremio ha buscado una salida digna al conflicto generado por la extinción de Luz y Fuerza del Centro ante instancias de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, donde llegó al máximo órgano: la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), “pero todos nos escupieron a la cara”.