Las consecuencias del fascista golpe en contra de la Compañía de Luz y Fuerza (CLF) y de su sindicato el Mexicano de Electricistas (SME), comienzan a resentirse en el bolsillo de millones de usuarios del servicio eléctrico que ahora se ven obligados a pagar tarifas hasta por el doble de lo que estaban acostumbrados.
Y ese era precisamente el objetivo de Felipe Calderón Hinojosa, cuestionado presidente de la República y de sus amigos en el gabinete; con el antipopular pretexto de hacer ”más rentable” a esa empresa para atraer el interés de los inversionistas, fundamentalmente extranjeros, se encarece el producto que ella ofrece sin importar las consecuencias sociales futuras.
Y lo peor está por venir para esos millones de usuarios, gente de escasos recursos porque, como ya se ha demostrado hasta el aburrimiento, los grandes industriales y empresarios no pagan lo que debieran por el consumo de electricidad. Los trabajadores del SME, o lo que de él queda, alertan de la manera siguiente sobre lo que nos espera: