Corrupción de clase mundial
Elías Ayub nada sabe
Cobros inflados
Gobierno minimalista
l calderonismo se ha especializado en la sustracción de los bienes nacionales para colocarlos en el ámbito de lo privado mediante contratos, concesiones, asignaciones u otras formas de transacción político-empresarial, cuyo momento cumbre se vivió en la etapa del ahora difunto Juan Camilo Mouriño, y mediante la apropiación rapaz, directa, dinero en mano que practican funcionarios de diversas áreas y niveles. La energía –sobre todo el petróleo–, la ecología, el turismo, las vacunas de emergencia, la agricultura, la minería, el espectro radioeléctrico, los medios masivos de transporte, en especial los aéreos, y el gasto operativo de los desplazamientos y acciones contra el narcotráfico son algunos de los rubros opacos, en el mejor de los casos, de ese deslizamiento discrecional.
Ejemplos vivos de esa vocación delictiva están hoy sobre la mesa sin que las autoridades que supuestamente estarían por encima de esos punibles yerros se atrevan a actuar más que de manera sesgada, insuficiente, con tufos de complicidad. La misma tarde en que los ojos de los mexicanos estaban puestos en el carísimo desfile celebratorio del bicentenario, la Comisión Federal de Electricidad aprovechó para anunciar que aceptaba el retiro de Néstor Moreno, un alto burócrata que en Estados Unidos había sido exhibido días atrás como parte de un caso de corrupción. Ni arraigo domiciliario ni molestias precautorias: salida de la plaza caliente para tratar de disolver el asunto.