Lunes 04 de octubre de 2010
La presión apunta al inaudito retraso de 11 meses de la instancia para integrar una averiguación previa contra los presuntos responsables de aceptar sobornos por parte de una filial en Texas de la empresa suiza ABB Ltd. para adjudicarle contratos.
La sospecha, como usted sabe, apunta hacia el ex director de Operaciones de la paraestatal, Néstor Moreno Díaz, a quien se acusa concretamente de haber recibido un yate, un automóvil marca Ferrari y dos millones de dólares por el “favorcito”.
Sin embargo, se involucra también a su antecesor en el cargo, Arturo Hernández Álvarez, quien al parecer había tendido la cama poco antes de abandonar la posición.
El caso es que el 24 de noviembre del año pasado la empresa pública planteó una denuncia de hechos bajo el expediente PGR/AP/1466/DCSPCAJ/SP/M-XXVI/136/2009, que por aquellas cosas raras de la vida se ha movido a paso de tortuga, en sentido contrario a la agilidad de la instancia para consignar a presuntos cómplices del narcotráfico sólo por testimonios dudosos de ex delincuentes.
Ahora que la denuncia la planteó la paraestatal ante la presión de la opinión pública tras desnudarse el proceso que se abrió en los Estados Unidos contra la firma involucrada, quien por cierto acaba de declararse culpable de violar la Ley Contra Prácticas de Corrupción en el Extranjero.