Domingo 3 de octubre de 2010, p. 7
No al genocidio económico neoliberal
, educación y empleo para la juventud en México, fuera paramilitares de San Juan Copala, no más muertes de mexicanos disfrazadas de combate al narcotráfico y castigo a los responsables de los crímenes del pasado, fueron las exigencias centrales de la marcha conmemorativa del 42 aniversario de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968.
Con un llamado a la unidad de obreros, estudiantes, indígenas, campesinos y luchadores sociales para contrarrestar los abusos del gobierno federal, miles marcharon de la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco (donde ocurrió la matanza), hasta el Zócalo capitalino.
Las consignas que por más de cuatro décadas han lanzado los sobrevivientes de aquella represión oficial y estudiantes universitarios volvieron a escucharse en las calles de la ciudad de México: ¡Ni perdón ni olvido; castigo a los asesinos!
y ¡2 de octubre no se olvida!
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