Vamos a ocuparnos de las tarifas domésticas, porque han dado mucho de que hablar y protestar. Oficialmente, si tomamos una tarifa doméstica, vemos que ha ido aumentando gradualmente y sin saltos
. Pero la realidad de conjunto es otra.
Por lo pronto, desde hace casi 10 años se inventó otra tarifa: la doméstica de alto consumo (DAC). Si a un consumidor se le facturan al mes más de 250 kWh (kilovatios-hora, esta forma fuera de lo común de la abreviatura, con una mayúscula enmedio, es la del Sistema Internacional de Unidades, del que México es miembro desde hace varias décadas) pasa a esta tarifa. Con facturas cada dos meses, como se usan en la región central, serán más de 500 kWh en la factura los necesarios para pasar a la DAC.
La cotización más común en esta región es la uno
. Con las tarifas actuales, el cobro por kWh, ya con el IVA, es de alrededor de un peso, con un consumo muy bajo. A medida que éste aumenta, y ya en los límites altos de esta tarifa uno, pagará alrededor de dos pesos por kWh. Bueno, pues si una factura ya incluye más de 500 kWh de consumo, desde el principio ya se le cobran más de cuatro pesos, con la DAC. Para este propósito, se saca el promedio del consumo del último año. Por eso, se tarda algo en entrar la DAC, pero también si se encuentra la causa, sea técnica o por error al facturar, o lo que sea, también se tardará meses en regresar a la tarifa uno.