Hace dos años el Sindicato Mexicano de Electricistas libra una batalla contra el Estado, a raíz de la decisión de extinguir la compañía Luz y Fuerza del Centro.
Se trata del sindicato más antiguo de Latinoamérica que hoy se enfrenta a las políticas neoliberales impuestas a México con la complacencia de las oligarquías que han conducido a la privatización de la pujante industria nacional mexicana y al desmantelamiento del campo, entre otras tragedias. Cuarenta y cuatro mil trabajadores de Luz y Fuerza quedaron sin trabajo.
Diecisiete mil de ellos no han aceptado las dádivas del Estado y siguen en pie de lucha para que la empresa reanude operaciones.