Preocupan las agresiones y amenazas a los defensores de derechos
humanos de migrantes, de mujeres, de periodistas, de trabajadores. Sobre todo
las más recientes hacia Cristina Auerbach Benavides, destacada abogada laboral
comprometida con los deudos del lamentable accidente de Pasta de Conchos,
accidente que aún nos duele y enoja.
Cierto, nunca se podrá revivir a esos más de 60 mineros aún sepultados en los túneles de esa vieja e insegura y explotadora mina de carbón. Con esto en mente resultan pertinentes las observaciones de algunos lectores. ¿Cuáles?
Que el análisis de la energía en, específicamente de la Estrategia Nacional de Energía (ENE) del gobierno, no puede reducirse a la enumeración de los aspectos técnicos. Cierto. A decir de los lectores de La Jornada, sin duda hay aspectos que son insuficientemente planteados o absolutamente ignorados por la ENE. En el primer caso estaría el del llamado mundo laboral. Y en el segundo lo que podríamos identificar como el social.
¿Quiénes y de qué manera identifican, explotan, producen, distribuyen y comercializan los combustibles y los energéticos en México? ¿Quiénes, de qué manera, a qué costo y con qué consecuencias deciden consumir los combustibles y los energéticos?
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