Mal servicio y altas tarifas
Martín Esparza Flores / Revista siempre
En tanto el gobierno federal no asuma su responsabilidad por buscar una solución de fondo no únicamente al conflicto laboral de los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), sino al problema que vienen enfrentando los usuarios de energía eléctrica de las 16 delegaciones del Distrito Federal y estados circunvecinos, atendidos por la extinta Luz y Fuerza del Centro hasta antes del 11 de octubre del 2009, ambos problemas sociales subsistirán colocando al nuevo gobierno ante la disyuntiva de mantener con vida un problema heredado por la administración panista que le antecedió, o resolverlo con un evidente objetivo de beneficio social.
Sin temor a equivocarnos, podemos asegurar que los seis millones de usuarios que en promedio eran atendidos por la desaparecida Luz y Fuerza del Centro, verían con buenos ojos el retorno de los electricistas del SME para atender la zona centro del país, sobre todo al D.F, no sólo porque están conscientes de que se mejoraría la calidad en la prestación del servicio sino además, se buscaría realmente una solución viable al problema de las altas tarifas y cobros ilegales —los ya bautizados como recibos locos—, que tienen contra la espada y la pared a millones de familias humildes que deben escoger entre la nada grata disyuntiva de comer o pagar su recibo de luz.
Muchos de quienes ahora se encuentran instalados en el poder, saben perfectamente de los altos costos sociales que ha traído a millones de mexicanos el gravísimo error cometido por el gobierno de Felipe Calderón al haber extinguido a Luz y Fuerza del Centro, dejando el manejo de su antes área de influencia a funcionarios corruptos de la CFE, como el pillo Néstor Moreno Díaz.