El pasado viernes 5 de julio, después de permanecer durante 39 días frente a la Secretaría de Gobernación, se levantó el plantón que mantenía el combativo Sindicato Mexicano de Electricistas, en las calles de Bucareli.
Llegaron a un acuerdo que contempla un plan de jubilaciones para ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) que tengan 23 años de antigüedad —de los 16 mil sindicalizados— y que han permanecido en resistencia a partir del cierre del organismo público, en octubre de 2009. Esto significa que los trabajadores recibirán de manera retroactiva lo correspondiente a su pensión.
Entre las demandas de los electricistas está la creación de una empresa que atienda la zona centro del país. Recordemos que desde la pasada legislatura se quedó congelada una iniciativa que iba en ese sentido, pero que finalmente no fue atendida.
En nuestro país el proceso de privatización en materia eléctrica ha venido avanzando desde hace décadas. En el año 2000 los productores independientes de energía generaban ya 500 megawatts, violando la Constitución. En la actualidad ha crecido a más de 11 mil 500 MW.
Sin embargo, de toda la generación en el país hay un gran sobrante, ya que según la Sener existe un margen de reserva de más de 40% y los contratos entre CFE y los privados establecen que a pesar de no consumir, se les debe pagar.
Algo lamentable es que los gobiernos neoliberales han comprado energía innecesaria, a grandes costos, a las empresas privadas, a la vez que nunca permitieron a Luz y Fuerza instalar plantas para generar electricidad.
Además en el 2007 la empresa Unión Fenosa le vendía a la CFE a 57 centavos el kilowatt hora, mientras que la CFE se lo vendía a Luz y Fuerza en un peso. Sin embargo Luz y Fuerza lo debía vender a los industriales a 95 centavos. Así diseñaron las políticas gubernamentales.
Todos estos elementos son los que ocasionan, entre otras cosas, las altas tarifas eléctricas que pagamos los mexicanos y son parte de las denuncias que han venido impulsando desde hace muchos años los sindicalistas del SME.
Llegaron a un acuerdo que contempla un plan de jubilaciones para ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) que tengan 23 años de antigüedad —de los 16 mil sindicalizados— y que han permanecido en resistencia a partir del cierre del organismo público, en octubre de 2009. Esto significa que los trabajadores recibirán de manera retroactiva lo correspondiente a su pensión.
Entre las demandas de los electricistas está la creación de una empresa que atienda la zona centro del país. Recordemos que desde la pasada legislatura se quedó congelada una iniciativa que iba en ese sentido, pero que finalmente no fue atendida.
En nuestro país el proceso de privatización en materia eléctrica ha venido avanzando desde hace décadas. En el año 2000 los productores independientes de energía generaban ya 500 megawatts, violando la Constitución. En la actualidad ha crecido a más de 11 mil 500 MW.
Sin embargo, de toda la generación en el país hay un gran sobrante, ya que según la Sener existe un margen de reserva de más de 40% y los contratos entre CFE y los privados establecen que a pesar de no consumir, se les debe pagar.
Algo lamentable es que los gobiernos neoliberales han comprado energía innecesaria, a grandes costos, a las empresas privadas, a la vez que nunca permitieron a Luz y Fuerza instalar plantas para generar electricidad.
Además en el 2007 la empresa Unión Fenosa le vendía a la CFE a 57 centavos el kilowatt hora, mientras que la CFE se lo vendía a Luz y Fuerza en un peso. Sin embargo Luz y Fuerza lo debía vender a los industriales a 95 centavos. Así diseñaron las políticas gubernamentales.
Todos estos elementos son los que ocasionan, entre otras cosas, las altas tarifas eléctricas que pagamos los mexicanos y son parte de las denuncias que han venido impulsando desde hace muchos años los sindicalistas del SME.