Sábado 29 de mayo de 2010, p. 13
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Rosario Ibarra, rechazóenérgicamente
la represión contra integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), exigió al gobierno federal respeto a la integridad física de los trabajadores y llamó a reforzar la solidaridad con el movimiento de resistencia civil pacífica que mantienen desde hace casi ocho meses.
Resaltó el desalojo violento de un centenar de electricistas, quienes fueron golpeados y rociados con gas lacrimógeno por más de 600 policías federales en Teopanzolco por órdenes del gobierno de Felipe Calderón y con la complacencia del gobernador panista de Morelos, Marco Adame, quien permitió la violación de las garantías fundamentales de los trabajadores del SME.
Se regresa, insistió, a las etapas más negras de la historia del país, en las que se utilizó a los cuerpos policiacos y al Ejército para reprimir huelgas y protestas laborales.
La senadora hizo notar que los electricistas han acudido a todas las instancias legales y su caso está ahora en la Suprema Corte de Justicia, ya que el decreto de Felipe Calderón que liquidó Luz y Fuerza del Centro y dejó en la calle a más de 40 mil trabajadores no sólo vulneró los derechos laborales de ese gremio, sino que pasó por encima de la Constitución, ya que el presidente Felipe Calderón ejerció facultades que son exclusivas del Congreso.
Dijo que se debe incrementar el apoyo y la solidaridad con los trabajadores del SME y no permitir que se vulnere su derecho a la libre manifestación, en un contexto en que los gobiernos panistas pretenden criminalizar los movimientos y las protestas sociales.
Igualmente, el senador del Partido del Trabajo Ricardo Monreal señaló que Calderón Hinojosa está decidido a acabar con la lucha del SME para avanzar en la privatización eléctrica y en la entrega de la fibra óptica a consorcios de telecomunicaciones.Como no han podido doblarlos y más de 17 mil trabajadores se mantienen firmes, ahora ya descaradamente usan la fuera pública para reprimirlos.
Sindicatos independientes y organizaciones sociales de Morelos se pronunciaron por fortalecer con mayor presencia los campamentos del SME instalados en las subestaciones y en el centro de Cuernavaca, así como en el Zócalo del Distrito Federal.