LA JORNADA-OPINION
En los 29 días transcurridos desde que el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) inició una huelga de hambre en el Zócalo de esta capital y otros puntos del país, ha sido evidente la falta de voluntad política de las autoridades federales para desactivar un conflicto generado por ellas mismas, a raíz de su indebida intromisión en el proceso de renovación de la dirigencia de ese gremio y la posterior extinción, vía decreto presidencial, de Luz y Fuerza del Centro (LFC).
La acción de protesta que se desarrolla en la mayor plaza pública del país ha evidenciado, como punto de contraste con la dignidad de los trabajadores electricistas en resistencia, la cerrazón de un grupo gobernante que no sólo arrojó injustificadamente a decenas de miles de electricistas al desempleo, sino que ahora se muestra empeñado en desvirtuar a toda costa un movimiento que, en todo este tiempo, ha mostrado un desempeño pacífico y ejemplar: a los intentos por desacreditar la huelga de hambre que mantiene el SME en el Zócalo –hace unos días el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Roberto Gil Zuarth, señaló que esa acciónno se justificay
no corresponde a un estado democrático de derecho– se ha sumado en las semanas recientes una campaña oficial de linchamiento mediático orientada a responsabilizar, velada o abiertamente.............................
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