Felipe Rodea Reportero unomasuno.com.mx
Hasta el 15 de diciembre pasado se registraron en el Centro Histórico 130 siniestros en las bóvedas que albergan mufas, transformadores y estaciones de transferencia, lo que contrasta con datos de antes del 2009 que indican que el número no rebasaba los 30, afirmó la diputada Aleida Alavez. Acusó a las empresas contratadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de no cumplir con las normas establecidas por la propia paraestatal y de carecer de personal calificado y suficiente para operar la de por sí deficiente infraestructura. Esto se refleja en los recurrentes apagones y fallas que impactan en la economía y tranquilidad de millones de usuarios domésticos y miles de micro y pequeñas empresas.
La legisladora perredista denunció que las obsoletas instalaciones generan serios problemas en la operación de estos servicios, por lo que es urgente que un equipo interdisciplinario elabore un diagnóstico de esta situación, con el fin de salvaguardar la integridad física de los capitalinos, así como para prevenir contingencias económicas y sociales.
Entre las consecuencias visibles de estas fallas mencionó el alarmante corte de energía eléctrica durante dos horas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, debido a que no funcionaron los sistemas de protección que cuentan con tres estaciones de energía que debieron funcionar automáticamente al detectar fallas en el suministro de energía.
Otra afectación fue la inundación en la carretera México-Puebla, originada por la falta de mantenimiento adecuado a las estaciones de energía de los sistemas de desalojo del Gran Canal, aseguró.
Entre las irregularidades cometidas por dichas empresas, mencionó la sustitución de cable de cobre por aluminio que evita la transmisión de voz y datos y pone en riesgo la conducción de electricidad; utilizan postes de madera, prohibidos en las zonas urbanas; colocan líneas de conducción sobre los techos de las casas, a pesar de que la Norma 020004 de la paraestatal establece que debe tener una dimensión horizontal de 1.40 y vertical de 3.20 metros, así como la ubicación de transformadores en algunas azoteas de casas-habitación, que ponen riesgo la seguridad de sus habitantes.