El derrame de combustóleo de la termoeléctrica Adolfo López Mateos destruyó el manglar
Tuxpan, Veracruz. "Esto es una tristeza, la pesca ya se acabó aquí. Todo, todo, se fue a la fregada desde que llegó este monstruo a contaminar", lamenta un pescador de casi 60 años de la Laguna de Tampamachoco, en Tuxpan, Veracruz, trepado en su charanga (bote) y mirando con ojos entrecerrados hacia tres altas chimeneas que no dejan de expeler gruesas columnas de humo negro y blanco.
El "monstruo" al que se refiere es el complejo termoeléctrico Adolfo López Mateos, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), inaugurado en 1991 y que con seis generadores con base en combustóleo, contamina desde entonces aire, tierra y agua de la zona. Ha afectado sobre todo el manglar que rodea la laguna y donde los bancos de camarón, ostión y peces sustentaban la economía regional y eran fuente de empleo para decenas de familias.