Después de un periodo intenso de elecciones, donde acompañamos el proceso democrático por el cual la base trabajadora eligió a Martín Esparza y que señalo los excesos de Alejandro Muñoz y el grupo de Ex Comitecos que lo apoyaban, se demostró nuevamente la unidad del gremio electricista.
Sin embargo Alejandro Muñoz llevo la lucha por la Secretaría General a los medios y al Gobierno para que no otorgaran la Toma de Nota a Martín Esparza.
Eran días tremendos donde la base se encontraba crispada. Pero eso no impidió que el Comité Central tomara protesta.
Esa noche y madrugada los dos líderes se unieron, discursos de unidad y fuerza ante la ilegal toma de instalaciones, llenaron como nunca las calles de Insurgentes y Antonio Caso. Los más experimentados no dudaban en mencionar que ni en las “legislativas” de los últimos años se habían dado cita tanta gente en el edificio Sindical.
Era un tumulto que lleno de coches el Monumento a la Revolución, algunos trabajadores aún tenían señales del festejo del partido de la selección mexicana que había logrado pasar “al mundial”.
Muchas caras tristes, algunos querían ir a recuperar las instalaciones, pero aquello habría sido el acabose del movimiento.
Cientos de miles de elementos Federales, locales y hasta el ejército, tomo las instalaciones estratégicas, ingreso a esquiroles de CFE y en algunos casos retuvo a trabajadores del SME en sus centros de trabajo.
Después tomaron las instalaciones administrativas, sucursales y centros de distribución.
El operativo fue impresionante.