4 Abril, 2014 - 00:27
Credito:
Luis Carriles / El Economista
La Ley de la Comisión Federal de Electricidad (Ley CFE) que busca transformar a la paraestatal en una empresa productiva del Estado tiene en las prácticas corporativas la construcción de una holding eléctrica donde se participe de manera activa en una serie de negocios, se compita en un mercado abierto y regulado, con los nuevos participantes del mercado.
Con el cambio legal, la compañía mantiene a 100% su actual sistema de operación en todas las áreas, pero modifica sus criterios creando, por ejemplo, la comercialización para el sector doméstico, donde se aplica un subsidio al consumo y área para los grandes consumidores —mayoristas— que podrán adquirir la electricidad de la CFE u otro generador porque, a partir de la reforma, este mercado está abierto a la competencia.
La CFE debe realizar actividades de generación, transmisión, distribución, comercialización de servicio básico, comercialización distinta a la de servicio básico y las actividades auxiliares o conexas a la industria eléctrica de manera independiente entre ellas.
“Para este efecto establecerá la separación que se requiera entre sus divisiones, regiones, empresas productivas subsidiarias y filiales para salvaguardar el acceso abierto, la operación eficiente de la industria eléctrica y la competencia”, se consigna en el artículo 10.