Miguel Ángel Velázquez
La mañana de ayer las llamadas telefónicas, los correos electrónicos y las citas para reuniones urgentes, eso que se ha dado en llamar luces de emergencia, se prendieron en las oficinas del gobierno de la ciudad. La razón: el SME vuelve a la carga, y algo más, más grave: el secretario Blake, el secretario de Gobernación, está a punto de perder su primera gran batalla. Javier Lozano se niega a cumplir el acuerdo con el que concluyó la huelga de hambre de los trabajadores del sindicato de electricistas.
Pasó más de un mes. En las oficinas de Bucareli, el secretario de Gobernación se levantó de la mesa para ir a Los Pinos, requería del visto bueno de Calderón para amarrar el acuerdo. Habría toma de nota
, instrumento que se requiere para reconocer legalmente los liderazgos sindicales. El gobierno se comprometía a dar certeza a la dirigencia de los trabajadores.