1 Octubre, 2010
Nada conmueve a las autoridades calderonistas, en el escándalo que involucra a Néstor Moreno García y al menos a otros tres funcionarios del sector energético, ni siquiera la investigación del Departamento de Justicia del gobierno de Estados Unidos o el cúmulo de evidencias aportado por la firma suiza ABB. Fuera de México, a los mexicanos implicados en esta trama de sobornos se les persigue y juzga. Y aquí, la PGR y la Función Pública apenas están en la integración de los expedientes.
Ambas dependencias han abierto sendas indagatorias. En la Comisión Federal de Electricidad, el Órgano Interno de Control revisa las operaciones bancarias irregulares efectuadas por su exdirector de Operaciones. En las oficinas centrales de la SFP, de manera simultánea, ha iniciado una pesquisa de “evaluación patrimonial”, para comprobar si, efectivamente, son de su propiedad el yate y el Ferrari que se le imputan.
Desde noviembre pasado, el director general de la institución, Alfredo Elías Ayub, giró instrucciones para que el área jurídica de la CFE presentara una denuncia de hechos, en la PGR, “contra quien resulte responsable”, como si en Estados Unidos no hubieran descubierto e investigado este caso, conocido como el de los good guys (los chicos buenos), por los mensajes electrónicos que intercambiaron los involucrados...........................