2012-02-23•Acentos
Si usted recibe en estos días el recibo de la Comisión Federal de Electricidad, por el cobro del suministro de luz que llega a su hogar, no se espante, tómelo con calma porque le puede dar un infarto.
La paraestatal que presume de ser una empresa de clase mundial, les tiene un regalito con motivo del año nuevo, el incremento, fraguado en la Secretaría de Hacienda, del cien por ciento en las tarifas eléctricas.
La CFE encargada del suministro de energía eléctrica en el centro del país, no ha mejorado el servicio que prestaba la desaparecida Luz y Fuerza del Centro, pero sí lo ha encarecido, empresa de clase mundial para el cobro y sin clase para el abasto eléctrico a la población mexicana.
¿Dónde está Javier Lozano Alarcón, el ex secretario del Trabajo que tanto alardeó de que mejoraría el servicio y bajarían los costos con la desaparición de LyFC que él operó?
Yo sí sé, el rijoso ex miembro del gabinete de Felipe Calderón Hinojosa, anda por su natal Puebla en busca de una senaduría que le permita seguir chupando del presupuesto, una vez que su amigo salga de Los Pinos.