Domingo 10 de octubre de 2010, p. 3
Nada de lo que hagan dará marcha atrás al decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC)
, advertía en diciembre pasado el secretario del Trabajo, Javier Lozano, medio año antes de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitiera su fallo sobre la constitucionalidad de esa medida.
A un año de la toma de las instalaciones del organismo en unoperativo de las fuerzas federales, el funcionario reitera que la medida fue legítima, oportuna, necesaria y congruente, supuestamente por los altos costos de la operación de LFC.
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) identifica al funcionario como el más reacio dentro del gabinete presidencial para hallar una salida negociada a este conflicto que tuvo origen, precisamente, cuando la dependencia encabezada por Lozano negó la toma de nota a Martín Esparza, una semana antes del cierre de LFC.
Por ello se desató la protesta masiva del SME, movilizaciones en las que la imagen de Lozano es el principal blanco de crítica de los trabajadores. Estas diferencias han pasado de los ataques verbales a choques tanto en público como en las reuniones privadas en las que han participado.