Muy curioso que el senador Carlos Romero Deschamps, dirigente del sindicato petróleo, hombre poderoso en Pemex, no haya votado la Reforma Energética en comisiones unidas. Por lo menos en lo general. Era su obligación. Es secretario de la de Energía.
Si asistió al salón de la Comisión Permanente, donde se realizó la sesión, pero desapareció a la hora buena.
Las explicaciones que se daban a la ausencia del próspero dirigente del STPRM sonaban poco convincentes. “Está cansado”, justificaba David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía. En el PRI pedían que no viéramos moros con trinchete, ni una forma de rebelión. “Son debates largos. Hay que tener relevos. Quizá aparezca más tarde”, manifestaban pasadas las 8 de la noche
No hay duda que con la Reforma Energética le van a pegar, de una u otra forma, al Sindicato Petrolero. “No me hagas hablar, no quiero alborotar el gallinero”, nos dijo el diputado del PAN, Juan Bueno Torio, quien está muy metido en las negociaciones, a pesar de no estar en el Senado.
Otro diputado del PAN, Luis Alberto Villarreal, fue más claro: “Si tu le das a Pemex un tratamiento de empresa privada, no puede sostener esa carga de burocracia y corrupción, como la que ahora tiene con el sindicato…”
Otros panistas que nos aseguran que al sindicato petrolero le quitarán los cinco asientos que tiene en el Consejo de Administración de Pemex.