ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
MÉXICO, DF (Apro).- Eran las 11 de la noche del 10 de octubre de 2009 cuando varios batallones militares disfrazados de policías federales tomaron las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro en la Ciudad de México. Una hora después, justo a la medianoche, el gobierno calderonista anunció la extinción de la dependencia y adelantó su fusión operativa con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Los militares tomaron de manera simultánea las instalaciones estratégicas de la compañía en varias entidades para evitar que los trabajadores boicotearan el suministro de energía eléctrica en el centro del país.
La noche de ese sábado 10 de octubre cientos de militares disfrazados de agentes de la Policía Federal (PF) llegaron al edificio de Marina Nacional y Circuito Interior en la Ciudad de México y se apoderaron del Centro de Operación y Control de Luz y Fuerza. Tras desalojar a una veintena de trabajadores ocuparon las oficinas administrativas y desplegaron un cerco ante una eventual embestida del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).