Alejandro de la Rosa / El Economista
Grupo México comenzará a construir el próximo año cinco plantas hidroeléctricas en Puebla, que requerirán una inversión de 1,500 millones de pesos y la energía que se genere la venderán a las minas de la empresa a través de Comisión Federal de Electricidad (CFE), como alternativa para mitigar el impacto ambiental del negocio de minas.
Federico Schroeder, encargado de Proyectos y Desarrollos de la empresa, aseguró que en este momento trabajan en las manifestaciones de impacto ambiental y que iniciarán este año los primeros caminos de acceso a las instalaciones, que tendrán una capacidad no mayor a 40 megawatts.
“Se pude detonar en México un montón de este tipo de infraestructura. Tenemos desarrollado 35% de lo que se pudiera, por complicaciones de todo tipo”, dijo luego de participar en un foro organizado por la firma BNAmericas.
La reciente publicación de la Ley de Asociaciones Público-Privadas (APPs) será un detonador para los diversos planes de Grupo México, por ejemplo en materia de acueductos, carreteras y plantas de tratamiento de agua, que es donde quieren tener mayor presencia.