Por: Moisés Edwin Barreda
Carmen Aristegui difundió alentadora noticia ayer: un jurista de Oslo, cuya voz y dictados tienen valor legal y moral en Europa, admitió que son válidos los argumentos para denunciar que en México hay guerra. Por lo tanto, la Corte Penal Internacional (CPI) pueda dar entrada a la demanda de mexicanos contra Felipe Calderón por delitos de lesa humanidad. ¡Qué vergüenza! que debamos ir tan lejos a saciar nuestra sed de justicia.Ese jurista, cuyo nombre puede darnos el Poder Ejecutivo porque cuenta con tecnología de punta para el monitoreo de medios y el espionaje, les bajó los calzones a todas las instituciones que no supieron o no quisieron cumplir y hacer cumplir la Constitución ni las leyes que de ella emanan, relativas a todas las materias. Somos un país atiborrado de códigos y leyes que son leídas, pero no para hacerlas valer.
Lástima que no podamos ir a los países nórdicos y combatir desde allí al hambre que sufrimos y va de mal en peor. Tratan de estimularla, no de eliminarla, y la negativa de apoyo a la producción de maíz se ve también como maniobras de Felipe Calderón y colaboradores desde Sagarpa y la Semarnat, para abatir obstáculos a la siembra generalizada del maíz transgénico de Monsanto.
Buscan acelerar la destrucción del maíz criollo para someternos a los dictados de esa transnacional, lo cual no cejaremos en repetir. Es imposible creer que esa gravísima traición a la patria es gratis y no hay quien proteste.
Si no hubiera esa antipatriótica colusión de Calderón y asociados con la Monsanto, el inquilino de Los Pinos hubiera hecho caso inmediatamente al exhorto que por escrito le entregó hace casi dos años, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) para evitar esa siembra, porque –en síntesis--en todo el territorio nacional hay maíz nativo, y por polinización lo aniquilará el de dicha transnacional estadounidense.
Esa criminal permisividad debiera ser incluida en la demanda contra Calderón en la CIP porque el maíz transgénico es dañino y, por lo tanto, su siembra para consumo es atentado a la salud de los mexicanos.
Y a propósito de cinismo, es algo en lo que compiten con éxito los grillos de todas las banderías, y los panistas llevan gran ventaja, pues acaban de lanzar como precandidata al gobierno del Distrito Federal nada me nos que a la llorosa madre de un hijo asesinado. Sí, esa señora Wallace que ya secó sus lágrimas con el nombramiento de quién sabe qué en la Secretaría de Seguridad Pública Federal. Por lo visto panistas y priístas no cuentan con nadie con autoridad moral para representarlo en la lucha por los huesos.
No pierdan de vista a Demetrio Sodi de la Tijera, que se enfureció por esa triste decisión.
fuente: laregiontam.com.mx
