Los cambios históricos se realizan a través de la lucha de las grandes masas. Así ha ocurrido siempre, en nuestra república y en cualquier parte del planeta.
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) están a la vanguardia del poderoso movimiento de masas mexicano. El mérito se lo han ganado a lo largo de décadas que les ha permitido acumular una indiscutible experiencia. Siempre han salido victoriosos. Esta vez no será la excepción. Tienen grandes fortalezas. La más sobresaliente es que luchan con la claridad de que el interés de la nación está estrechamente vinculado al de los trabajadores de este país; actuando siempre en el marco de esta estrategia, con absoluta lealtad.
Triunfantes, siempre
Los cambios históricos se realizan a través de la lucha de las grandes masas. Así ha ocurrido siempre, en nuestra república y en cualquier parte del planeta. Las grandes masas mexicanas derrotaron a la corona española y se pasó a la etapa superior de la Independencia. Las grandes masas mexicanas pusieron un alto a los fueros de la iglesia y edificaron la Reforma. Las grandes masas mexicanas dijeron no a la estructura feudal y empezó una era más avanzada en todos los rubros de nuestra sociedad. Las grandes masas mexicanas hicieron posible que el petróleo fuera Propiedad Nacional en el año 1938.
Más vivos que nunca
El SME y la CNTE han actuado siempre con la consecuencia de que son las grandes masas mexicanas las que concretarán los cambios históricos que la sociedad mexicana del presente, exige y reclama. Por eso, el Estado mexicano se ha propuesto liquidarlos. Con los mismos métodos. Por un lado, terminando con una empresa ejemplar como lo fue Luz y Fuerza del Centro y, por otro, desaparecer la escuela pública a través de los cambios constitucionales y legales, ya promulgados. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) siguen vivos; hoy, más vivos que nunca.