Viernes 11 de febrero de 2011, p. 23
La Cámara de Diputados concluyó que la extinción de Luz y Fuerza del Centro no se decretó por su alto costo de operación, sino para entregar a compañías trasnacionales la operación y suministro de energía eléctrica en la zona centro del país. Al desaparecer la compañía, expuso, los productores externos de energía (PEE) sumaron 50 por ciento de la capacidad de generación de energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE)
Al realizar un análisis de la extinción, la Unidad de Evaluación y Control (UEC) de la Cámara explicó que aunque oficialmente la CFE presta el servicio en el Distrito Federal y los estados de México, Morelos, Puebla e Hidalgo, la paraestatal disminuyó su capacidad de generación en más de 12 mil megavatios para permitir el ingreso de permisionarios privados, y que 6 millones de usuarios, cuyo suministro era cubierto por Luz y Fuerza, sean atendidos
por firmas extranjeras.
Si bien los resultados de la revisión de la Cuenta Pública 2009 serán presentados el miércoles por la Auditoría Superior de la Federación, la UEC realizó su propio análisis de los efectos del decreto presidencial que ordenó la desaparición, en octubre de ese año, de la segunda empresa eléctrica del país.
El documento de la UEC, que se entregó a la Comisión de Vigilancia de la Cámara, revela que desde 2007 la electricidad que CFE vendía a Luz y Fuerza no la generaba aquella paraestatal, sino firmas privadas. Además, la política era vender más cara a LFC la electricidad adquirida a los concesionarios.