La agresión de las autoridades no causó lesiones a los electricistas, pero sí daños materiales.
Periódico La Jornada
Viernes 8 de enero de 2010, p. 10
Poco más de 50 elementos de la Policía Federal irrumpieron ayer por la tarde en el campamento que integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) mantienen a las afueras de la subestación Tacuba, sobre la avenida Las Granjas, en Azcapotzalco, con la amenaza de desalojar a los electricistas, cuyo campamento se instaló a mediados de octubre pasado.
En el incidente los policías tiraron y ““patearon”” parte del mobiliario que mantienen en el campamento los sindicalistas y sustrajeron cerca de 5 mil formatos de amparo de usuarios
recibos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pasadas las 15:30 horas la
situación volvió a la calma. No obstante, los trabajadores presentes en la guardia vespertina de dicho campamento, que funge además como módulo de entrega y solicitud de amparos, precisaron que constantemente son ““hostigados”” por policías, aunque ayer fue más
““agresiva”” la situación, pero no hubo lesionados.
José Pérez Escobedo, trabajador del departamento de líneas aéreas de la extinta Luz y Fuerza del Centro, precisó que el campamento fue instalado para ““resguardar”” 125 camiones llamados ““jirafas””, con los cuales se daba mantenimiento a las ““líneas vivas de alta tensión o circuitos vivos de corriente””. Explicó que ““contratistas particulares que trabajan para la CFE han intentado sacar las unidades. Nosotros estamos aquí para que no se las lleven y para
apoyar la interposición de amparos ante los altos cobros de CFE””.
Explicó que el campamento se mantiene con el dinero que consiguen por el lavado de carros y el boteo, y anunció que dada la difícil situación económica, próximamente ““empezaremos a vender tacos, porque no contamos con recursos””. Precisó que los policías federales no pueden correrlos del lugar, ““porque estamos en la calle. Tenemos derecho al libre tránsito y ellos no tiene jurisdicción en la vía pública””. De los formatos que les fueron arrebatados, ““3 mil estaban en
blanco y 2 mil ya habían sido llenados””.
