Tras la expedición del decreto de extinción, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes sólo contó con tres días para elaborar casi 90 mil cheques para indemnizar a 44 mil ex trabajadores y 24 horas para pagar a 20 mil jubilados.
Esta fue la primera experiencia de una liquidación sin un diagnóstico previo, sin un acto de entrega-recepción, sin inventario; en sí, sin información, sólo existía una lista de los trabajadores con su salario y antigüedad...