Nicté Bustamante (@Nykte)
22 de August, 2010
Jueves 9:23 de la noche: entraba a Twitter, hacía algunos comentarios, leía algunas cosas. Un apagón de luz generó que ese día no pudiera entregar mi columna.
Viernes: un día pesado de trabajo, algunas juntas y reuniones. Mientras tanto, la luz no fue arreglada. Tomo camino para un lugar en donde me permitirían entrar a la red y hacer uso de la luz en algún lugar determinado que no determinaré ahora.
Sábado por la mañana: un rato en internet. Mientras "retwiteo" mi columna, todo parecía normal, pero recibí noticias de que la luz no era reconectada. Peor aún, existía una información cruzada: por un lado decían que ya se había solucionado, pero por el otro, decían que seguía existiendo problemas. La cosa es que no había luz.
Sábado: tercer noche sin luz, realmente la sensación es terrible. Una desesperación creciente se sentía.
Mientras tanto pasaba algunos apuros para poder estar al pendiente de mi cuenta de Twitter y de mi columna del día domingo. El problema era que al llamar a la operadora, repetían la misma información.
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