Enrique Galván Ochoa / La Jornada
El secretario de Hacienda del salinismo, Pedro Aspe Armella,
escribió en Twitter: ‘‘México tiene 0.1% de (posibilidades de) ganar el Mundial:
Goldman Sachs’’. Su nombre en la red es @PedroAspeA. No es un pronóstico
personal, sino del grupo financiero Goldman Sachs. De acuerdo con el estudio
The World Cup and Economics 2014, sus analistas predicen que la
selección nacional empatará con Camerún en su primer encuentro 1-1, perderá ante
Brasil 4-1 y empatará ante Croacia en el tercer encuentro 1-1. Tiene 36.2 por
ciento de probabilidad de pasar a octavos de final; 7.7, a cuartos; 2.8, a
semifinales, y 0.7, a la final. Sólo un milagro haría que ganara la copa: tiene
0.1 de posibilidades. ¡Pintan mejor las probabilidades de mejoría de la economía
nacional… y eso que están muy descoloridas! Hay un día clave para México en el
torneo: el 17 de junio. Habrá doble goleada. Una en el Senado, cuando los
ratoncitos verdes de las comisiones dictaminadoras se reunirán para aprobar la
legislación secundaria que envió Peña Nieto como complemento de la reforma
energética. Consumarán la privatización del petróleo y la electricidad. Y ese
mismo día, los ratoncitos verdes del futbol se enfrentarán con Brasil. No es
coincidencia. Sencillamente quieren que la gente esté absorta en la televisión.
Cuando se votó la reforma constitucional también se escogió una fecha ad
hoc: el 12 de diciembre, día de la Virgen Guadalupana. El PRI, el PAN y el
Verde tienen los votos necesarios. Los chuchos votaron desde antes,
cuando firmaron el Pacto por México.
