Solicitan protección ante el temor de que los ataques se incrementen.Diez mujeres del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que realizan una huelga de hambre entraron a la Catedral Metropolitana para pedir “asilo” durante su protesta.
De acuerdo con las quejosas, durante su estancia en el campamento instalado en el Zócalo, han recibido diversas agresiones que han ido en aumento, por lo que decidieron buscar refugio dentro del templo.
Las sindicalistas acusaron a personal de la Secretaría de Gobernación e incluso a peatones en general, de lanzar al campamento piedras, canicas, gasas con gasolina y pedazos de metal.
Aseguraron que varios de los proyectiles fueron lanzados desde el techo de Palacio Nacional.
Por ello, ayer un grupo de diez mujeres entró por turnos y en sillas de ruedas a la Catedral desde las nueve y media de la mañana.
Al término de una de las misas, las mujeres, que han permanecido en ayuno desde hace 15 días, intentaron entrevistarse con el cardenal Norberto Rivera Carrera.
La comitiva entregó una carta al sacristán, en la que solicitan que se les brinde seguridad mientras permanecen en el plantón.
Ante la negativa, decidieron quedarse dentro del recinto en el ala derecha, donde advirtieron que no se retirarían hasta no hablar con Rivera Carrera.
Alrededor de las nueve de la noche llegaron a la Catedral dos visitadores de la Comisión de Derechos Humanos y los huelguistas hicieron una caminata alrededor del Zócalo.
Después se concentraron frente a la puerta de la Catedral que se encontraba resguarda por al menos una veintena de policías.
Hugo Ortega, comisionado del campamento del SME, aseguró que la petición de que las mujeres permanecieran dentro de la iglesia se debe a que temen que las agresiones continúen.
También aseguró que las autoridades los amenazaron por ocupar terrenos de propiedad federal.
En tanto, el líder del SME, Martín Esparza, advirtió que las agresiones ponen en riesgo la vida de los huelguistas y responsabilizó al gobierno federal de las consecuencias.
