Fabiola Martínez
La generación de electricidad en la zona de influencia de lo que fue Luz y Fuerza del Centro (LFC) se encuentra parada y, por tanto, el suministro para la zona central del país se sustenta en la compra a particulares, sector que también se ha convertido en fuente de contratistas para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), denuncian los trabajadores de la extinta LFC, que la semana entrante cumplen 17 meses en resistencia.
Los mecanismos de generación –afirman– están desmantelados y, en muchas áreas, echándose a perder
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Mientras, en el Zócalo, trabajadores en resistencia de LFC vuelven a levantar carpas para un plantón que tiene carácter de permanente
.
Ahí, otra vez bajo el sol, resguardándose del frío y, en breve, sorteando las lluvias, estarán los electricistas que han sido creativos no sólo en las formas de protesta sino para sobrevivir estos 17 meses, con tal de no abandonar su lucha.
No creo que pidamos mucho. Yo aspiraba a una vejez con jubilación, un ingreso seguro... para no rodar
, expresa Federico Martínez Meza, fogonero especial volante, con poco más de 26 años de antigüedad al momento del cierre de LFC, es decir, a punto de jubilarse como operador de una de las calderas de la termoeléctrica Jorge Luke.
El 20 de enero pasado, Sergio Hidalgo, titular del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), liquidador de LFC, dijo al comparecer en la Cámara de Diputados que está en curso unasubasta electrónica
en la que hay bienes del organismo, así como una subasta presencial
, para rematarotros activos no requeridos para la prestación del servicio eléctrico
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Hidalgo informó que se tiene inventariado 97 por ciento de los 500 bienes inmuebles ubicados la mayoría en el valle de México (Distrito Federal y estado de México), pero también en Morelos, Puebla, Guerrero y Michoacán; en éstos dos últimos, a pesar de no ser una zona geográfica que atendía LFC, se cuenta con una central generadora y talleres.
Por su importancia estratégica destacan más de 180 subestaciones y áreas técnicas, así como 34 centrales generadoras
, detalló el funcionario.
Españoles ganones
Así, lo que para el gobierno federal es motivo de subasta
para los electricistas –que estaban en activo y los jubilados– se trata de patrimonio nacional que, junto con la generación de energía, no debe ser operado o entregado
a particulares.
Esta empresa, señala Plácido Jordán, jubilado de LFC, es patrimonio de la nación y nosotros, los del SME, somos soldados de la industria eléctrica que debe ser del Estado, así lo dice la Constitución y nuestra constitución chiquita (estatutos). Y aquí seguiremos, en la lucha, porque así nos enseñó nuestro papá sindicato y nuestra mamá compañía
.
Plácido conversa con Federico, el fogonero de LFC que ahora vende pan por las tardes para sobrevivir. Ambos, al igual que sus demás compañeros que han colocado su tienda de campaña frente a Palacio Nacional, afirman que nadie tiene derecho a ofenderlos por defender su fuente de empleo y el carácter público de la industria nacional. A Calderón y a Lozano, que Dios y la historia los juzguen. Nosotros, a luchar hasta la victoria.
El inventario resultado de la toma de control de LFC por parte del SAE se compone de más de 40 millones de materiales, entre ellos transformadores, postes, medidores, escaleras, cables y herrajes. Además, alrededor de 2 millones de escritorios, sillas, libreros, credenzas, mesas, equipo de cómputo, grúas, remolques, camiones y camionetas.
Los del SME, en tanto, reparten folletos a la población con datos acerca del aumento en el consumo de luz de entre 67 y 2 mil 100 pesos por bimestre, y otros para denunciar los negocios de particulares –como las empresas españolas Iberdrola y Unión Fenosa– en la ruta de la privatización
de este sector.